domingo, 13 de marzo de 2011

Habitas en frío y Pinchitos de pollo

Habitas en frío y pinchitos de pollo...

... porque me gusta lo de siempre y también lo de nunca. En este caso, lo de siempre son los pinchitos. Me encantan los pinchitos: el adobo que tienen me vuelve loca. Por desgracia, no me he atrevido todavía a hacerlos yo misma, con trozos de pollo y algún adobo casero... pero todo se andará. Mientras tanto, me seguiré volviendo loca con estos de la carnicería de confianza del pueblo (porque, eso sí, de esos pinchitos en bandejas de las grandes -o no tan grandes- superficies, no me fío mucho... ). Lo de nunca es, efectivamente, el plato que he bautizado como "habitas en frío". Pasando por la frutería, vi el kilo de habas a 1.46 (no muy caro, aunque luego no tienes ni por asomo un kilo de habas, porque las vainas son lo que más pesan... ). Aun así, las compré por primera vez (un bote en conserva cuesta unos cinco euros, increíble, pero supongo que será porque le están pagando -con creces- a la persona que se ha entretenido en desgranar las habas...). Nunca las había comprado así, frescas, así que llegué a casa, investigué un poco y vi que no era nada del otro mundo cocerlas y prepararlas. Sobre cómo prepararlas, yo las había comido guisadas con jamón. Pero me apetecía algo más ligero, sin salsas (potingues, como yo lo llamo). Así que, y gracias a Sean Penn, en la peli "Yo soy Sam", vi el que sería mi almuerzo de domingo en la tele mientras Sean le decía al encargado de un comedor que si le podía separar, mientras le servia su plato, las habas del maíz. "¿Amarillo y verde en el mismo plato?", decía. Pues si bien a Sean (mejor decir Sam) no le hacía mucha gracia la mezcla, a mí se me encendió la bombilla. ¡Maíz! Qué riiicooo. De mi cosecha un poco de cebolla... pero vamos a concretar:


Ingredientes que usé (para... uno):

Para las habitas en frío:
- Una cebolla pequeña.
- Unos 20 o 30 gramos de habitas (hablo del peso ya cocidas). Es la cantidad de que sale de medio kilo sin pelar todavía. Es decir, de un kilo de habas con la vaina salen unos 50, 60 gramos de porción comestible.
- La misma cantidad (o al gusto) de maíz dulce.
- Aceite de oliva.
- Nuez moscada.
- Sal gorda.

Cómo lo hice: un par de horas antes, cocí las habas, previamente desvainadas. Ya las saqué de la vaina el día antes, porque es bastante entretenido. Hay que ir, con la uña mismo, rasgando la vaina y empujando las habitas. Una vez fuera, las lavé bien (costumbre). Eran muy pequeñitas (baby), así que no consideré que tuviera que quitarles la piel. De todos modos, es trabajo de chinos, pero ya que uno está puesto y si cree que le pueden molestar, también se pueden sacar de la misma pielecita que las envuelve. Las dejé escurriendo y, cuando estaban secas, las metí en una bolsa que llevé al frigorífico y las dejé allí hasta hoy. Esta mañana, las saqué del frigorífico para que se pusieran a temperatura ambiente. Una hora antes de comer, las puse a cocer. La cantidad que puse a cocer fue la de los 50, 60 gramos (aunque yo sólo usé la mitad para la ensalada). En una olla pequeña, eché las habitas una vez que el agua empezó a hervir. Como siempre, no le eché nada al agua, aunque parece que es apropiado echar limón y, como siempre, sal. Cuando arrancó a hervir el agua, entonces, las eché. A los 12 minutos, apagué el fuego y las dejé en el calor hasta los 15. Las saqué a un plato con un papel absorbente y, después, las eché en un escurridor y les eché agua fría para enfriarlas. Me gusta cortarles la cocción, sobre todo, si voy a usar lo que cuezo en ensalada. Prefiero las cosas duritas a que queden demasiado blandas.
Mientras escurrían enfriadas, preparé el aliño: piqué la cebolla muy fina, la puse en un plato. Le eché el maíz encima, añadí un poco de mi adorada nuez moscada y lo removí un poco. Lo tapé y lo dejé así. Una media hora antes de comer, le eché las habas (intentando que estuvieran bien escurridas para que no soltaran agua en el aliño). Eché sal y volví a mezclar. Y, como siempre, justo antes de comer, le eché simplemente un chorrito de aceite de oliva.

OBSERVACIONES: creo que le hubiera venido bien un poco de vinagre. Resultaron un poco sosas. De cocción, perfectas, ni blandongas ni muy duras. La nuez moscada no intensificó ningún sabor; más bien, pasó desapercibida. Y la cebolla, creo que sobraba. Así que, para la próxima vez, los ingredientes se modifican: un poco de vinagre, sal gorda, aceite de oliva, habitas y maíz (y probaré con otra especia, para ver si potencia algo, en lugar de la nuez moscada).


Para los pinchitos de pollo:
- Pinchitos de pollo -trozos de pollo adobados- comprados en la carnicería (unos 150 gramos).
- Aceite de oliva.


Cómo lo hice: muy fácil. Se pone en una sartén un fondo de aceite de oliva. Se tiene preparada la tapa de la sartén. Se pone a fuego alto. Se echan los trozos de pollo y se hacen unos 5 minutos a fuego alto, removiendo bien. Se apaga el fuego y se dejan tapados, otros 5 minutos, removiendo un poco, pero terminándose de hacer con el calor residual. Así de fácil...


Hablemos ahora de sus características, desde el punto de vista nutricional:

- En cuanto a las calorías, las habitas en frío no nos aportan mucho: lejos de lo que puede parecer, por ser una legumbre, no son muy calóricas al ser tiernas. Podéis mirar esta tabla y comprobarlo. Yo aluciné con la diferencia (pero no la entiendo... ¿por qué cambia tanto dependiendo de si están secas o no?). El maíz, para la cantidad que yo usé, no llega ni a las 60 calorías. Y, como siempre, el aceite pudo ser una media cucharada, así que pongamos unas 45 calorías. La cebolla no merece la pena ni decir las que aporta, porque son mínimas. Así que, redondeando, podemos ponerle a esta ensaladita unas 15o calorías. Por otro lado, el pollo lleva adobado y además, está echo en aceite. Vamos a subirle las calorías a unas 200.
- Las grasas, son todas muy saludables y apenas presentan, excepto las saturadas que añadimos al freír el pollo, pero vamos, tampoco muy alarmantes.
- Por parte de hidratos de carbono, tenemos unos gramos en las habas, pero nos hace falta añadir, así que meteremos pan o colines, depende de lo que nos guste. Yo metí colines. Los hidratos simples nos los cubre el maíz (con pocos, pero no hay que abusar de los azúcares).
- Las proteínas nos las cubre el pollo y, por supuesto, la de las habas. El plato se perfecciona con el cereal del pan, que completa las proteínas de las legumbres y las hacen de alto valor biológico. No dejéis de comer ceral con las legumbres: en forma de arroz, por ejemplo. Un día probaré a hacer las habas guisadas con un poco de arroz, a ver qué tal. Quizá con una salsa de tomate casera...


Y... eso es todo...
¿Cómo? ¿Qué oigo? ¿Que si hay foto? ¡Hoy sí! Pero antes, haré unas aclaraciones... No tengo una gran cámara porque para nada soy profesional aunque, eso sí, me encanta hacer fotos. Simplemente es una foto del plato en la encimera de mi cocina... así que perdonadme. si la calidad no es mucha, tanto de imagen como a nivel "artístico". Sólo os enseño cómo salen las habitas, sobre todo, la cantidad. De los pinchitos... no hay foto. Se acabaron antes de poder hacerla... (ejem, ejem... ya os he dicho que me encantan... ). Sin más excusas... ¡aquí va la foto!





¡Una receta más que poner en práctica, ¿no os parece?!



AÑADIDO DESPUÉS: He encontrado una explicación del porqué las habas tiernas son menos calóricas y saludables que las secas. Según esta página, cito textualmente, "las habas debido a su mayor cantidad de agua y al menor aporte de hidratos, si son frescas proporcionan cinco veces menos calorías que su equivalente en seco, un detalle si estás a dieta". Muy interesante, ¿verdad?

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